jueves, 14 de mayo de 2015

CD 130 – Miguel Ángel: La Encarnación del Artista Total


El hado malsano de un genio *

Miguel Ángel no solo fue un grandísimo artista polifacético, sino también estuvo marcado por el estigma del genio, dotado con un temperamento mercurial, de naturaleza paradójica, inestable y decididamente imprevisible. Tampoco se puede olvidar al respecto que Miguel Ángel fue el único (entre los tres heráldicos representantes del llamado momento clásico del Renacimiento, al filo del 1500, formado por él mismo, Leonardo y Rafael, sus más directos rivales), que sobrevivió a la serie de profundas crisis históricas del momento, agravándose su ansiedad y melancolía.

Visto el conflictivo panorama y el talante de nuestro artista, al que se le añadía el nudo emocional de su encubierta o reprimida homosexualidad, se entiende que Gayford ** describa su periplo vital como "épico", pues estuvo envuelto en mil batallas, reales y psicológicas, con lo que su discurrir, entre abruptos altibajos, fue del todo novelesco. Gayford trata de desentrañar esta tupida trama mediante un relato, que compendia el aluvión de datos de todo tipo, junto con una dramatización didáctica que haga comprensible los muchos puntos oscuros y aristas de este formidable personaje.

En un momento, Gayford, para explicar la compleja enjundia psíquica del artista, usa la inveterada expresión de una personalidad "malsana", utilizada por el mismo Miguel Ángel en una carta para describir su sufrimiento moral aún estando en un estado de buena salud. ¿Era lo que hoy llamamos depresión o un frustrante parón creativo ocasional? En cualquier caso, un estado de ansiedad e insatisfacción crecientes. De todas formas, nada de esto le impidió trabajar con el denuedo de un fanático, aunque su propensión a lo quimérico frustrara una buena parte de sus grandiosos proyectos.

A través de la crónica biográfica de Miguel Ángel, subyace la rica urdimbre de la historia del Renacimiento  italiano

Sea como sea, el desmenuzamiento prolijo de Gayford de los avatares que se sucedieron en la larga vida de Miguel Ángel, siempre arropado por esa buena intención didáctica de hacer accesible al lector actual no especialista el sentido de cuanto acontecía, incluso arriesgándose a actualizar la terminología técnica y existencial de esa época, rinde su fruto. La empresa no es baladí, porque, a través de la crónica biográfica de Miguel Ángel, subyace la rica urdimbre de la historia del Renacimiento italiano, pues este artista inició su trayectoria bajo la protección de Lorenzo de Medici, apodado el Magnífico, residió en Florencia y Roma, los dos centros artísticos capitales, tuvo que vérselas con media docena de sumos pontífices y se implicó de lleno en los debates artísticos, estéticos y morales de esa agitada edad.

Por último, adentrarse en el drama íntimo de su torturada personalidad exige una perspicacia psicológica de primer orden, porque este artista genial, que alcanzó una inmensa riqueza y una fama legendaria, en medio de una vida de una austeridad casi miserable, le gustaba calificar con truculencia que "sus garabatos de artista solo sirven de envoltorios y paquetes y para uso de las letrinas" y, aún más, a rematar el exabrupto describiéndose como "pobre, viejo y esclavo en manos de otros, estoy deshecho, si no muero pronto". Falleció una tarde del 18 de febrero de 1564, con 89 de edad, y, desde entonces hasta ahora mismo, ni su obra, ni su leyenda se han desvanecido.”


** Miguel Ángel. Una vida épica. Martin Gayford. Traducción de Federico Corriente. Taurus. Madrid, 2014. 704 páginas.

(Para cambiar de track presione >>)

Descargar:












Producción General y Edición: Blanca Curia

No hay comentarios: