viernes, 29 de septiembre de 2017

CD 187 – Mariano José de Larra: Un Caballero de Gracia y de Romanticismo


Mariano José de Larra es un escritor especial. Su estilo literario, el Romanticismo, va más allá de su magnífica obra y consigue impregnar su propia vida de ese sentimiento en el que las emociones predominan sobre la razón y la ironía y la sátira se convierten en la mejor arma de crítica. Por eso, este gran escritor representante del Romanticismo tiene una vida repleta de anécdotas y excentricidades. Hoy veremos algunas de ellas:
- Larra no nació en una época fácil. Vino al mundo en 1809, justo un año después del inicio de la Guerra de Independencia, por lo que España se encontraba dividida en esos momentos. Su padre, cirujano militar, apoyó al ejército francés y empezó a trabajar para ellos. Como consecuencia de esta elección, la familia de Larra tuvo que abandonar España cuando José Bonaparte fue expulsado y los afrancesados fueron exiliados. Para ese acontecimiento, el pequeño Mariano tenía sólo 4 años, por lo que se puede decir que pasó la mayor parte de su infancia en Francia, adquiriendo una cultura europea y moderna que probablemente no habría podido aprender en España.
- Se cuenta que, cuando estaba estudiando, dejó de asistir a los exámenes durante un año completo. Las causas de esta extraña conducta eran desconocidas en un principio, pero dice la leyenda que el motivo fue un duro golpe amoroso: Al parecer, Larra se enamoró de una mujer mucho mayor que él. Esa mujer que encandiló al joven Larra resultó ser nada más y nada menos que la amante secreta de su padre. Evidentemente, esto trastornó y hundió en una depresión a Mariano. De todas formas, todos los exámenes a los que no asistió ese año los acabó aprobando más tarde.
- Larra tuvo una vida académica muy confusa. Al principio, fue casi "obligado" por su padre a estudiar medicina, ya que quería que Mariano se convirtiera en cirujano, como él. Así que Larra cursó un año de medicina. Sin embargo, ese trabajo no le llamaba para nada la atención y no pudo soportar un segundo año, por lo que dejó la universidad. Luego, intentó estudiar para ser abogado, pero corrió la misma suerte que con la medicina: Un año de estudio fue suficiente para quitarle a Larra toda esperanza de ser abogado. Así que, finalmente, Mariano decide dejar por completo la universidad, no iba a seguir estudiando.
- Desengañado de la vida de la universidad, Larra acabó decidiendo trabajar en su verdadera y única vocación: Ser periodista. Y es que, en realidad, gran parte de la obra de Larra son artículos que publicaba en periódicos. Su obra poética es, en comparación, de un tamaño insignificante (lo cual no quiere decir que sean de peor calidad, por supuesto). Sus artículos, que combinaban parodia, sátira y humor con duras verdades del pueblo español, son los que de verdad popularizaron a Larra y su obra.
- Larra se creó su propio seudónimo para firmar sus artículos: “El Duende”. Según avanza su gusto por la escritura periodística, Larra funda su propio periódico, llamado El Duende Satírico del día, en el que se empieza a criticar sagazmente a la sociedad española, que Larra consideraba atrasada (recordemos que desde pequeño se crió en un ambiente francés mucho más avanzado).
- Sus escritos y críticas le crearon muchos enemigos. Por ejemplo, un día, mientras estaba en un bar, se enzarzó en una pelea con un hombre al que había criticado en su periódico, José María de Carnerero. José María era director de un periódico que le hacía la competencia al de Larra, por lo que entre ambos existían muchas rencillas y rencores que acabaron en una dura pelea. Por desgracia, José María se presentó a las autoridades para denunciar a Larra y ganó, por lo que se cerró el periódico El Duende Satírico del día.
- Si el problema que supuso cerrar su periódico no fue suficiente, Larra tendría que afrontar problemas peores aún: Se casó con la mujer equivocada. Josefa Wetoret fue su esposa durante unos años, a pesar de que nunca se amaron de verdad. Sin embargo, llegaron a tener tres hijos, entre los que se destaca su  hija, Baldomera. Baldomera Larra fue la creadora del primer caso conocido de fraude piramidal y su éxito traspasó fronteras. Por supuesto, Baldomera acabó muriendo en la cárcel cuando fue descubierta.
- Uno de los acontecimientos que más marcó la vida de Larra fue su inesperado enamoramiento de Dolores Armijo, una mujer casada. Este fue uno de los mayores problemas en la vida de Larra: Ambos estaban casados, pero Larra quería más a Dolores que a su propia esposa, por la cual no sentía demasiado cariño. Como veremos más adelante, ésta fue una de las causantes (aunque no la única)  el trágico final de Larra.
- Tras ver su periódico cerrado, Larra decide fundar uno nuevo, El Pobrecito Hablador, el cual firmaría con el seudónimo de “Juan Pérez de Munguía” y con otro que le haría aún más popular: “Fígaro”. Enmascarado con estos seudónimos, Larra continúa con sus críticas y empieza a establecer una clara intención política liberal (en aquellos tiempos, los modos de gobierno y política variaban con gran frecuencia, por lo que la política era un tema muy candente).
- Larra siempre se mostró incómodo con la sociedad española. Quizás por ello una de sus grandes aficiones fue la de viajar por toda Europa. En sus travesías a Francia, Portugal, Gran Bretaña, Bélgica y demás países, conoció a grandes escritores como Alejandro Dumas o Víctor Hugo. Su intelecto y sus ideas políticas le permitieron acceder a las más altas élites de la cultura internacional.
- Pero, como era típico en Larra, los problemas eran cada vez mayores. Su amor imposible, Dolores Armijo, se separaba cada vez más de él y parecía más lejana; además, la política española era, desde su punto de vista, cada vez peor, y estaba completamente desengañado de los ideales políticos que muchos esgrimían. Sus últimas obras eran más tristes, y el autor caía cada vez en una depresión más demoledora.
- Finalmente, Larra acabó suicidándose en un acto que parecía sacado de alguna novela romántica. Tras una visita de Dolores Armijo, la cual sirvió para comunicarle a Larra de que no había ninguna posibilidad de que se casaran, el escritor decidió poner fin a su vida. Al contrario de lo que se cree, no se disparó en la sien, sino en el corazón, para simbolizar el desamor. Además, según cuenta la leyenda, lo hizo frente a un espejo, para verse morir a sí mismo. Contaba 27 años cuando se suicidó. Por supuesto, el desamor de Dolores no fue la única causa del suicidio, sino que fue una suma de varios factores que habían acabado por romper la estabilidad de Larra.
- Su entierro fue multitudinario. El afamado poeta José Zorrilla leyó en el entierro un poema dedicado especialmente a Larra. Posteriormente, con el paso del tiempo, el cadáver de Larra fue llevado al Panteón de Hombres Ilustres, que contiene los restos de grandes personajes de toda la historia de España.

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