Una Mirada al Futuro en Tiempo Presente
Por Óscar Gerardo Alvarado Vega *
Cuando se habla de ciencia ficción, inmediatamente debe diferenciarse de la literatura fantástica, en tanto esta última responde a la ruptura del orden establecido y reconocido, para dar lugar a lo inadmisible en el seno de lo cotidiano, de acuerdo con Roger Callois.
Es la posibilidad del conejo que habla con el ser humano, y comparten aventuras y reflexiones, toman tragos juntos, y construyen casas y edificaciones, por ejemplo. Por su parte, en la literatura de ciencia-ficción, y en su linde con lo fantástico, pero con un enfoque diferente; aparecen los viajes a la Luna, la presencia de lo selenitas, los animales que son propios de la Luna y que hablan, entre otros.
La literatura de ciencia ficción, a la par de los avances científicos –y es eso es lo que le da presencia–, expresa los deseos del ser humano, sus temores en relación con estos avances, lo mismo que su visión en torno a estos. El pensamiento de lo inmediato no se pierde, pues tiene vigencia aún en esa perspectiva de lo futuro. La ciencia y la tecnología acompañan al ser humano y se convierten en tema de la escritura.
Cabe resaltar que el primer texto de ciencia ficción, mal llamado así por lo demás, fue “La historia verdadera” de Luciano de Samósata. Este escritor griego del segundo siglo después de Cristo, narra la historia de dos marinos que después de navegar ochenta días llegan a una isla que señala los límites de los viajes de Hércules y Dionisio. Un torbellino los arrastra hasta la Luna, donde encuentran animales muy parecidos a buitres, caballos, arañas más grandes que una isla y jinetes que cabalgan en pulgas. Los hombres se casan con hombres, y los selenitas mantienen una batalla con los habitantes del Sol por el planeta Venus. El cielo se tiñó de rojo y los aventureros volvieron a la Tierra, luego son tragados por una serpiente marina para ser llevados a una isla subterránea donde se encuentran con las almas de los filósofos y los héroes. La historia termina y promete una continuación que no se conoce.
Ahora bien, Julio Verne, en el siglo XIX, es uno de los primeros autores que desarrollan este género, aunque sus textos son más especulación que otra cosa. No obstante, el tema de la Luna, de los viajes, entre otros, se hallan desde los orígenes del ser humano, por lo menos desde los primeros textos registrados: un viaje a la Luna, pero en patos. La invasión a la Tierra por parte de otros seres, los viajes en el tiempo, la exploración de otros planetas, viajes a estrellas lejanas, encuentros con seres espaciales desconocidos, teletransportación, y demás, son parte de estos.
En este contexto de escritura, lo verosímil científico juega un papel importante. De alguna forma, la ciencia ficción se lee como una previsión del futuro, y ocasionalmente algunos textos han referido a acontecimientos que luego han tomado vigencia: la bomba de Hiroshima, catástrofes atómicas o contaminación, entre otros.
Es así como las revistas de ciencia ficción adquieren gran relevancia durante los cincuentas, a pesar de que ya desde las primeras décadas algunas tenían un enorme éxito. Luego la recesión estadounidense condena a algunas a la desaparición, pero el género sigue vigente. “Galaxy” es una de estas, ya que refiere a temas como la contaminación, la Revolución Industrial, los viajes espaciales, por mencionar algunos temas.
También estos textos, y específicamente la ciencia ficción, refieren a importantes avances como la luz fría atómica y la esterilización, o la mutación de elementos, metales y otros. De tal manera que el holocausto no es el tema único en su desarrollo como tal.
Así pues, podemos señalar al menos dos tipos de ciencia ficción: La que no enfatiza en lo científico y la que sí lo hace. El género, como tal, se inicia a principios del siglo XX, con Julio Verne y H. G. Wells. En 1898, H. G. Wells escribe “La guerra de los mundos”, este texto, posteriormente, será utilizado por Orson Welles en un programa radiofónico. Dicha emisión radiofónica tuvo consecuencias horrendas para los oyentes, quienes lo asumen como verdadero: la invasión de los marcianos. Con el tiempo también, surge la idea de que los visitantes extraterrestres pueden ser amigos y traer la paz.
La primera novela científica de H.G. Wells fue “La máquina del tiempo”, por definirla de alguna manera, esta se publicó en 1895. Luego, publica otras como “La isla del doctor Moreau” (1896), “El hombre invisible” (1897) y “Los primeros hombres en la Luna” (1901).
Así las cosas, escritores como Julio Verne, específicamente, dieron paso a la proto-ciencia ficción; es decir, a los primeros intentos para dar lugar a lo que, años más tarde, se denominará ciencia ficción. Según Flamarion Cardoso, durante esta etapa surgen temas como la distopía futura o situada en otro mundo, la Luna, seres metamorfoseados por experimentos llevados a cabo, el fenómeno de lo invisible, el contacto con los extraterrestres, los monstruos alienígenas, la suspensión de la vida, seres mesiánicos que actúan en un futuro donde la distopía tiene lugar, entre otros.
* Doctor en Estudios de la Sociedad y la Cultura. Profesor Catedrático en la Escuela de Estudios Generales de la Universidad de Costa Rica.
(Fuente: https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/humanidades/article/view/21211/21437)
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Track 01: Theodore Sturgeon - Un Platillo de Soledad (29:59)
Track 02: Ursula K. Leguin – Los Que se Alejan de Omelas (20:58)
Track 03: Ray Bradbury – La Sirena (20:58)
Track 04: Ursula K. Leguin – La Caja de Oscuridad (25:19)
Track 05: Angélica Gorodischer – Abecedario del Rif (26:44)
Voces Narradoras: Camila Cataneo, Blanca Curia y Juan Pablo Pucciarelli
Idea y Producción General: Blanca Curia
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